Estudios anteriores han demostrado que el ejercicio, en general, pero particularmente a temperaturas más altas, aumenta los biomarcadores de AKI. Al mismo tiempo, la investigación también indica que el consumo de un refresco con alto contenido de fructosa aumenta el riesgo de AKI en ratas que experimentan deshidratación.
Es importante destacar que también buscaron un aumento de los niveles de creatinina en la sangre y una tasa de filtración glomerular reducida, los cuales son marcadores de AKI. Como se esperaba, en los participantes que habían consumido recientemente los refrescos, ambos marcadores estaban presentes.
Por tanto, no se recomienda consumir refrescos después del ejercicio ya que estos podrían dañar los riñones y a su vez nuestra salud.
Fuente de la imagen: http://bienestaraldia.net/5-razones-para-decir-no-al-refresco/
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