viernes, 3 de mayo de 2019

¿De verdad es tan importante desayunar?

Durante mucho tiempo hemos creído que sí, y de hecho escuchamos continuamente el pensamiento de que el desayuno es la comida más importante del día. Pero investigaciones que se han hecho recientemente aseguran que la realidad es otra, y desmienten este y otros mitos.

Una revisión de estudios sobre el efecto del desayuno en el control de peso publicada hace unos días en el diario científico BMJ ha afirmado que no tiene nada de especial y que la estrategia tan común de incluir el desayuno en el plan de pérdida de peso incluso podría tener el efecto contrario.


Las desventajas de saltarse el desayuno quedan desmentidas en la revisión sistemática y el meta-análisis de 11 estudios recientemente publicados. 
Lo importante no es cuándo comemos la comida principal del día, ya sea el desayuno, la comida o la cena, sino en el total de calorías que ingerimos. Si tienes hambre, adelante, no debes cambiar (siempre que tu desayuno sea saludable). Pero muchas personas se levantan sin hambre y aun así desayunan porque "deben" hacerlo.
Las razones por las que esta suposición de que el desayuno es fundamental se han mantenido hasta ahora se explican (además de la publicidad imbatible de galletas y cereales) por sus vínculos con las creencias tradicionales sobre nutrición, que indican que es mejor comer poco y a menudo que darse un atracón y obligar al cuerpo a digerir grandes comidas, especialmente más tarde en el día, cuando la tasa metabólica es más baja. Esto se basa, según este estudio, en muchos estudios en animales pequeños y muy pocos y de corto plazo en humanos.
El concepto de que sobrecompensamos más tarde en el día si nos saltamos el desayuno es correcto. Es decir, la gente que no desayuna efectivamente come más, pero no tanto como para compensar las calorías que no ingirió en el desayuno.



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